Por Kossi Agbolo, 5 de Febrero de 2018
Cuando los conquistadores desembarcaron en el Nuevo Mondo, se vieron sorprendidos por la belleza natural de aquella tierra hasta entonces desconocida. El tamaño y la vegetación exuberante tocaron mucho los corazones de los conquistadores. Nadie puede quedarse insensible ante la belleza de este continente que constituye una obra gigante y encantadora del soberano Creador.
¿Por qué he elegido hablar de este continente famoso? En primer lugar, me gusta mucho la civilización latinoamericana. Además me asombra mucho la belleza de la naturaleza del continente. Tratando de la naturaleza, quiero decir que soy una persona que amala naturaleza en general, es quizás una razón por la cual hago esfuerzos para aprender y conocer mejor el continente que está repleto de paisajes cautivadores.
Fue dentro de aquellos paisajes maravillosos que nació La Malinche cuyo nombre indígena fue Malinali o Malintzin, que los conquistadores nombraron tras elbautismo Doña Marina. Su padre era un señor feudatario de la Corona de México, así La Malinche era de buena cuna a su nacimiento, pero tras fallecer su padre, la hija fue vendida a una tribu Maya en el entorno de Yucatán no lejo de la actual ciudad de Veracruz. Es decir La Malinche tuvo una juventud desafortunada, sirvió de esclava y domestica de sus nuevos amos. Se quedó en aquella situación hasta la llegada de los hombres de Hernán Cortés en Tabasco dentro de los pueblos Maya.
En efecto, tras el descubrimiento de la Isla de Cuba, Diego Velázquez fue nombrado por la Corona de España para gobernar la Isla. En 1504, Hernán Cortés partió hacia las Indias. A su llegada en la Isla de Cuba tuvo el oficio de Escribano y Terrateniente. Unos años más tarde, el gobernador Diego Velázquez le mandó hacer el descubrimiento de nuevas tierras e identificar otros indios más organizados y disciplinados que las Antillanas.
Al llegar en Tabasco, Cortés libró guerra contra algunas tribus Maya, tras vencerlos, los caciques locales acudieron para agasajar a Cortés con 20 doncellas incluida La Malinche en 1519. La Malinche se volvió una vez más a la esclavitud. En primer lugar, La Malinche fue ofrecida al capitán Alonso Hernández para ser su concubina, tras bautizar La Malinche a la fe cristiana, los conquistadores la nombraron Doña Marina. Pero cuando Cortés se enteró que La Malinche Hablaba el Náhuatl de su origen y el maya de la tribu de sus amos cuando era una esclava, decidió tomar en su posesión la doncella que sirvió así de intérprete y concubina de Cortés. Pero no puedo hablar de este oficio de La Malinche como intérprete al lado del Conquistador sin hablar del Fray Jerónimo de Aguilar. Aquel español había morado dentro de la tribu Maya durante varios años tras salvarse de un naufragio. El Conquistador le rescató en Cozumel, otra provincia de Yucatán. Pues La Malinche se dedicaba a la interpretación con la ayuda del fray Jerónimo de Aguilar, el fray hablaba bien el Maya y castellano.
Así, ambos hacían la siguiente combinación, Cortés hablaba castellano a Aguilar y Aguilar hablaba el Maya a La Malinche y La Malinche hablaba el Náhuatl a los indios y así sucesivamente. Presenciamos, de esta manera, el primer relé en la historia de interpretación. Este sistema de interpretación fue decisivo para el avance del conquistador, llegaba a hablar con los indígenas y al mismo tiempo se enteraba de las costumbres de los indígenas. Necesitó comprender cada uno para poder unir su fuerza contra el enemigo común, Moctezuma, el emperador Azteca. Cuando La Malinche llegó también a hablar castellano, podía interpretar directamente a Cortés.
El papel desempeñado por La Malinche al lado de Cortés fue muy crucial, permitió el encuentro entre Cortés y el emperador Náhuatl Moctezuma. Eso ocurrió exactamente el 8 de noviembre de 1519. El gran emperador dio audiencia al gran conquistador. Hizo faltar desarrollar frente a los nobles de la corte de Moctezuma la meta de su viaje y su llegada en aquellas tierras indias. La Malinche desempeñó un papel importante durante el encuentro. Por ejemplo, explicar al emperador todas las ideas de Cortés. Se trataba del hecho que estaba enviado por un gran hombre, rey de España, explicar la fe cristiana al emperador, que España tenía domino sobre todas la tierras del Nuevo Mundo según decía el papá en aquel tiempo. El más difícil fue explicar cómo Jesús, el rey, fue crucificado. Por los indios, ellos no podían entender cómo se puede matar un rey, sacrificándole a la cruz. La Malinche tenía que explicar también la atracción de los conquistadores hacia el metal amarillo. Todo eso no era una tarea fácil a una joven intérprete como La Malinche.
Además, La Malinche que hizolas veces de intérprete durante aquel proyecto gigante del conquistador no pedía nada, ella no pedía honorarios ni costos de viaje. No estoy al tanto ni siquiera si La Malinche estaba alojada en un hotel de lujo come debe ser el caso hoy en día. Pero, estoy seguro que ella tomaba su pausa-café no en una terraza lujosa, sino en la naturaleza, escuchando las canciones de las aves que le sirvieron de música clásica. Y durante los debates La Malinche no debía descansar, descansaba cuando sus amos no tenían nada que decir. Y durante los desplazamientos, la intérprete era expuesta a diferentes peligros, por ejemplo las emboscadas y los enfrentamientos. Su tiempo no le pertenecía, ya que era la lengua de Cortés, tenía que estar de vela sobre todos los movimientos del Conquistador porque encima de todo era una esclava, una esclava intérprete. Que no sabía que ejercía unos de los oficios más importantes y prestigiosos en el mundo. Pero Cortés reconocía el valor de La Malinche, siempre estaba de vela sobre su intérprete no a causa de su belleza sino a causa de la importancia de su oficio.
En resumidas cuentas, La Malinche ofició con amor y total sumisión a su amo Hernán Cortés que era no sólo su empleador durante aquella conferencia que duró dos años (1519-1521), sino también su amante. Más allá, La Malinche era bastante feliz, feliz porque hubo un cambio en su vida de esclava, en aquel período cuando vivía al lado de los conquistadores, ganó algún prestigio en la sociedad. Especialmente durante el viaje hacia la capital de los Aztecas, Tenochtitlán, fue como un regreso triunfal de La Malinche a su origen.
Por fin La Malinche, fue liberada por Cortés quien le agradeció por el servicio rendido a la Corona española. La Malinche fue agasajada con muchos regalos y encomiendas. Se volvió muy rica, todo ocurrió como si La Malinche hubiera recuperado la posición de prestigio que le correspondía en base de sus nobles orígenes, juzgando por su noble cuna.
El autor
Kossi AGBOLO es un intérprete de edad madura. Su oficio es la interpretación y su principal lengua de trabajo es el francés, es una persona apasionada por la lectura y la cultura hispanoamericana la cual le encanta resaltar cada vez que surge la ocasión.
De joven, le gustaba leer todo tipo de libros que le caía en la mano y leyó una variedad de obras literarias que le llegaba a las manos. Lo que le permitió avanzar en sus estudios universitarios. Vivió muchos años en Nigeria, donde ofició de secretario-bilingüe en la Embajada de Francia en Nigeria, y brevemente en la CEDEAO (Comunicad Económica de los Estados de África del Oeste). Por su afán para desarrollar sus conocimientos lingüísticos, dimitió de su puesto para matricularse en la Universidad. Lo que le permitió aprender la lengua de Cervantes y hacer, más tarde, su Máster en interpretación de Conferencias. Producto puro de la Universidad de Ghana (Legon), ahora es intérprete de Conferencias y traductor jurado de las lenguas francesa, inglesa y española ante la Corte de Apelación de Togo. A Kossi, le gusta mucho la naturaleza y hace lo posible por defender la madre Tierra.